martes, 14 de agosto de 2007

Maldicion Eterna!

Te maldigo por jugar con un corazón que solo hizo amarte, te maldigo porque nunca fuiste realmente tu, solo fingiste ser quien al final nunca serias. Te maldigo a vagar sin amor durante cien años, veas como estos transcurren y no encuentres el verdadero amor.

Te maldigo para que observes las noches sin luna y los días sin sol, las tardes sin brisa y se congele el amor que una vez dijiste seria mio. Te maldigo para que por los noches sientas mis labios y huelas mi esencia en cada extremo de tu cama, luego sientas que solo son tus sabanas. Te confino a que en lo mas profundo de tu ser algún día sientas lo que yo siento al verte partir.

Te maldigo para que pierdas la sensibilidad al besar y para que ninguno de los labios que beses te besen como yo lo haría, para que tu alma sea confinada a lo mas profundo del Hades y ahí te quedes una eternidad sin amor.

Betho!

Icaro y Yo!

Icaro hijo de Dédalo, arquitecto e inventor del laberinto; con sueños tan distintos a los de su padre, con el cuerpo en el suelo y el alma en las nubes. ICARO anhela ser escuchado, no desea escuchar las maravillas que le cuentan de su padre acerca de inventos y juguetes de madera.

ICARO temeroso del mar, tan inmenso, tan grande, tan desafiante. ICARO con ganas de volar, tan despistado y distraído, tan torpe y tan pequeño anhela poder tocar el sol. ICARO viajando por las noches a escondidas de todo el mundo con su padre delante, atrapados en el laberinto, perseguidos por el Minotauros, cabeza de toro y cuerpo de hombre. ICARO aterrado y su padre buscando la salida, ICARO distraído, su padre diseñando la esperanza para poder escapar del rey Talos. ICARO con miedo, durmiendo en los brazos de su padre sueña con libertad, sueña con miel, sueña con el mar, sueña con volar.

ICARO despierta en medio de plumas, su padre construye la libertad, unas alas para escapar. ICARO por fin podrá volar! Su padre le dice: ¨No cerca del Sol porque la cera se derretiría. Vuela bajo y detrás de mi¨ ICARO no lo escuchaba solo piensa en volar y escapar. Lo hace, vuela! sueña ICARO mas no te alejes, no te acerques al sol, ICARO no recuerda, no piensa, solo sueña.

Dédalo busca a ICARO en el aire, plumas comenzaron a caer del cielo y con ellas ICARO se aproxima a caer en el océano. Dédalo con el alma en pedazos observa a ICARO sin vida en el mar que hoy lleva su nombre. Dédalo llorando su perdida construyendo a un niño con alas. ICARO en las nubes a donde siempre perteneció y yo aquí su historia.

Betho!

viernes, 10 de agosto de 2007

Angeles Caidos!

Transitan en la cuidad como tu y como yo! viven aquí talvez desde antes que tu y yo pudiéramos recordar, seguro te has montado en el carro al lado de uno de ellos, no son fáciles de identificar, son tan auténticos y tan distintos, casi nunca sonríen a no ser una sonrisa tenue, discreta y un tanto parecida a una mueca. En algunos casos su belleza puede pasar desapercibida y en otros esa misma belleza puede delatarlos. En las noches observan la luna con cierto aire de melancolía y en los días de lluvia suelen caminar por las calles sin temor a mojarse, darían lo que fueran por poder sentir en sus rotos la calida sensación de dicho fenómeno atmosférico, para ellos esta prohibido sentir.

Tienen cuerpo de hombre y alma de mujer o cuerpo de mujer y alma de hombre, no tienen sexo que los encasille en ningún renglón o parámetro establecido socialmente. Consuelan a sus protegidos a través de canciones. En caso de estos Ángeles Caídos que sientan alguna melancolía, solo a través de ellos (sus protegidos) pueden observar las lagrimas; independientemente de que tengan o no las alas para ellos volar no es recomendable ya que nosotros podemos verlos, por esto es preferible imaginar que vuelan de cuando en ves y de ves en cuando.

Cada días grises tiene un toque especial por que sienten que el cielo los extraña y llora su ausencia. Andan con cuidado pues temen que la lluvia muestre lo sensible de su ser, de cada fibra de su cuerpo mortal y se vean expuestos al ser descubierto en este absurdo mundo vulgar; no comprenden porque anhelamos tanto poder salir de nuestra atmósfera cuando aun no hemos aprendido a convivir con nosotros mismos. Nos observan, nos consuelan y al mismo tiempo cuestionan el hecho de que nos pasamos toda la vida buscamos sentir unos labios sinceros y auténticos, los cuales algún día, en un momento determinado, nos harán llorar y hasta cierto punto nos lastimaran.

Betho

Aun dentro de la nevera (to Matilde)


“De niños pensábamos que el mundo era solamente una burbuja de jabón!”

Crecimos con nuestros sueños y la vida se encargo de llevarnos por rumbos distintos y entre cada abrazo y entre cada sonrisa nos damos cuenta de que en esencia seguimos siendo los mismos pero con empaques distintos. Aun puedo recordar las veces en que cada mañana transcurría en un subir y bajar, sentarnos, contemplar y llegada la noche volver a subir y luego irnos a dormir; soñar con viajar y salir de la monotonía que nos arropaba. Había que darle un matiz distinto a nuestras vidas, esas que estaban tan aburridas y carentes de color, trabajar eso si, para salir adelante por ti, por mi, por los nuestros.

Cada día transcurrido temíamos el implacable paso del tiempo e intentábamos ser indiferentes. Teníamos nuestros secretos, algunos compartidos otros no, algunos en conjunto. Anhelábamos salir y comernos el mundo! borrar las cicatrices de los días infelices, los besos que con el tiempo nunca fueron reales, los sueños que se quedaron en la nevera del olvido y que al final de los días pasaron a ser un enorme témpano, si supieras que aun sueño con sacarlos de esa enorme nevera y llevarlos a la realidad. Cuando pensábamos que todo andaba sobre ruedas llego él, alborotando tu mundo y alejándote de mi lado. Seguías siendo la misma pero tus prioridades cambiaron, comenzaste a darle importancia al tiempo y el te arropo desviándote de tu camino, mostrándote uno que por el momento no veías, así decidiste casarte y con la boda llegaron mis sobrinos. Tus sueños tomaron forma durante nueve meses trayendo consigo a Erick. Cumpliste tu promesa de llamarlo así, al elegir el nombre que juntos pensábamos; luego llego Enmanuel y tu sonrisa se torno un tanto mas amplia.

Cuando notaste que ya no era el mismo los ojos te brillaron y nuestros rumbos comenzaron a ser distintos cada ves mas, así me vi en la necesidad de contarte mis secretos, solo te limitaste a mirarme con ojos llenos de lluvia y darme un abrazo tan fuerte que no me dejabas respirar. En ese instante te volví a sentir tan tu, tan yo, tan nosotros y entendiste tantas cosas! Escuchaste, escuchas tantas veces como te fue posible. Me miras y te miro y volvemos a ser los mismos que se prometieron realizar tantas cosas y que las mayorías dejamos atrás, no sin dejar de ser nosotros mismos.

El tiempo a seguido su largo y arduo transitar, nuestros sueños aun siguen estando dentro de esa enorme nevera pero ahora tienes otras prioridades que te quitan el sueño, ver crecer a Erick y a Enmanuel y cuidar a los “Mellos” que ahora nos hacen sentir tan viejos, perdón tan adultos.


Betho

La estrategia de mentir!

No te buscaba pero te encontré. Llegaste como aquel panfleto político de los 90’s que anunciaba el regreso de la bestia, “ y vuelve y vuelve”; aprendí a esperarte en cada llamada inexpresiva, en cada beso carente de sentimiento, en cada mentira disfrazada de agua bendita de esas que llegan acompañadas de oraciones dichas sin fe, llegaste como un ladrón en madrugada llevándote contigo todo lo que pude haber guardado para ese ser tan especial que pensaba que eras.

Resultaste ser todo lo que dijiste que nunca serias, te colaste en cada sueño en cada espacio en cada tiempo, creaste un mundo donde solo podrían habitar dos y resulto que tu mundo fue creciendo dejándome a mi fuera de el. Nunca pedí entrar, simplemente llegaste y me mostraste cuan interesante podría ser si yo habitaba en el, estratégicamente te posicionaste para ser la única estrella de esta telenovela cual culebron mexicano serias la victima, el potrotagonista, antagonista y al final quien se llevara todos los aplausos. Te observe desenvolverte entre guiones y apuntadores cual profesional ante las caramas y me di cuenta de tu espectáculo.

No soy el malo tampoco tengo un papel secundario dentro de tu telenovela, talvez nunca fui real en tus sueños, mas aun quedan cicatrices de esos días en lo que la felicidad era manejada cual reloj mueve estratégicamente sus manecillas. Disfrazaste a la abuelita del Lobo Feroz y Caperucita seguía siendo la inocente depredadora oculta detrás de la cara angelical que siempre te caracterizo.

Ahora mientras espero en la parada el carrito que me llevara a otro lugar, un tanto confundido analizo y me digo a mi mismo que “las heridas son el precio de vivir” y a mis labios se asoma una sonrisa mientras observo el transito por la cuidad deseando encontrarme con los ojos de otra artista que anhele consolarme el corazón.

Betho