Con aroma de lluvia!

La lluvia tiene una relación intima con la nostalgia donde juntas juegan con la memoria llevándonos a épocas ya vividas independientemente de que los recuerdos que guardemos sean bueno o malos, hoy mientras me trasladaba a mi trabajo me quede pensando con el sentido del olfato y el olor a tierra mojada con el que despertó la cuidad, decidí abordar el tren de la memoria y transportarme a épocas ya olvidadas, a lluvia que se colaba a travez de mi casa de madera , recordé a mi abuela haciéndome señas para que destapara el tanque que teníamos en el patio y así no tener que buscar el agua después, recordé la emoción que sentía cuando se me estaba permitido correr en el patio ( pero con chancletas) en el agua que solía aposarse mientras el ventarrón no dejaba de caer, recuerdo la satisfacción de entrar luego de suculento baño a la casa y encontrarme con 3 pancitos tostados y ese chocolate ( que aun me guarda la doña) de agua entre caliente y frió que me daba esa sensación de estar nuevamente en casa.

Como la lluvia dejo de ser la misma así también yo deje de ser el niño y me convertí en adulto en aquel entonces la lluvia ya no tenia tanta emoción como en épocas anteriores, era bastante incomodo que la lluvia estropeara los planes de salir y juntarnos con los amigos, La lluvia seguía su curso normal, aun seguía esperándome en el patio, pero mis intereses eran otros, cuando llego el amor la lluvia era distinta y tenia esa magia de querer acercarte con esa persona tan especial. Así pude descubrirla de nuevo caminando en las calles de la zona colonial con esa persona a mi lado, dejándome mojar volví a ser un niño y le presente a esa persona que estaba a mi lado a la lluvia, dentro de un automóvil con los cristales arriba y la mano de esa persona entrelazada junto con las mías observamos una lluvia que se lucia ante nosotros.

Una lluvia con olor a melancolía me acompaño a despedir a esa persona y siempre que me encontraba con la lluvia ella venia a mi encuentro el recuerdo de aquellos días donde fue nuestro cómplice y donde se dejo caer sobre nosotros, me consoló en sus brazos y durante mucho tiempo a nuestro encentro las lagrimas que se confundían con esa lluvia, Hoy que llegue a mi parada y me toca desmontarme del tren la recuerdo con la nostalgia del niño que fui, del amor que compartí y de la persona que hoy soy.

Betho